ELEMENTOS POTENCIALES DE SER INTERVENIDOS (1)









Puntos de encuentro. Puntos de rechazo /Luismi Romero Carrasco.


Mi proyecto consiste en una intervención sutil en el espacio público mediante la colocación de piedras marcadas con un aspa roja, como si se tratara de la indicación en un mapa de un punto importante o de interés por algún motivo. En este caso marca puntos de situaciones de encuentro y de rechazo que se podrían dar en la realidad.
Estos puntos son de encuentro entre dos personas que bien se encuentran casualmente o bien han decidido encontrarse allí. Tras una conversación se produce una situación de rechazo de una persona hacia la otra por motivos relacionados con el VIH o el SIDA.
Partiendo de la base de que se quiere hablar del rechazo de la gente al VIH/SIDA, lo primero que se hace es pensar cómo se puede relacionar este tema con el espacio público mediante una intervención. El espacio público se puede asociar con los mapas de situación de calles y de puntos de interés marcados en dicho mapa. Por tanto, se decide marcar algunos puntos físicamente en el espacio público mediante piedras. Se consiguen las piedras, se marcan y se seleccionan los lugares que a su vez coinciden con lugares de interés turístico o de importancia social. Se fotografía el lugar con la piedra en un lugar visible y se inventa una situación de encuentro y rechazo que pudiera darse en ese sitio. Por último se muestra la imagen fotografiada junto al texto que explica la situación que allí pudiera haber ocurrido.













PUNTO 1. Estación del Norte.
El 15 de Noviembre de 2008 a las 16:35 h. se encontraron casualmente J.R.P de 25 años y A.M.C. de 26 años. Eran amigos de la infancia y llevaban años sin verse. Al reconocerse se dieron un fuerte abrazo. Tras un buen rato de conversación J.R.P. le contó a su viejo amigo que había sido infectado con el virus VIH hacía un año. A.M.C. mostró cara de asombro y cambió radicalmente de actitud. Se mostró incómodo y minutos después, con la excusa de que tenía prisa, se marchó con un tajante “adiós”. Ni siquiera le estrechó la mano.













PUNTO 2. Ayuntamiento de Valencia.
El 15 de Noviembre de 2008 a las 17:00 h. se reunieron L.F.G. de 32 años y S.R.C. de 35 años. Llevaban tres meses quedando de forma cada vez menos esporádica y su relación empezaba a tomar forma. S.R.C. decidió contarle a L.F.G. que estaba infectado con el virus VIH. Aunque siempre habían tomado precauciones L.F.G. se mostró horrorizada ante la noticia. Empezó a llorar y se marchó diciéndole a S.R.C. que luego hablarían por teléfono, que necesitaba tiempo para pensar. Ella nunca más volverá a cogerle el teléfono.














PUNTO 3. Edificio de Correos.
El 15 de Noviembre de 2008 a las 17:20 h. se encontraron I.E.M. de 55 años y E.L.L. de 56 años. Hace veinte años que son vecinas y criaron a sus hijos juntas. I.E.M. está preocupada porque su hijo, enfermo de SIDA, ha empeorado en su enfermedad y le ha contado todo a su vecina, como tantas veces había hecho con otras preocupaciones. E.L.L. le miró fijamente y le dijo: “eso le pasa a tu hijo por maricón”. La relación entre ambas nunca volverá a ser la misma.













PUNTO 4. Explanada del IVAM.
El 15 de Noviembre de 2008 a las 18:10 h. se encontró en la entrada del IVAM, el artista de 31 años A.P.B. con su galerista M.L.A. de 55 años. M.L.A. le preguntó al artista que por qué hacía tanto tiempo que no sabía nada de él. Éste puso varias excusas hasta que finalmente le confesó que había estado muy alejado de su actividad artística ya que llevaba meses preocupado tras conocer la noticia de su infección de VIH. Tras unos segundos M.L.A. le dijo: “Recoge tus piezas mañana mismo. No quiero que estropees la imagen de mi galería”.


Amor, Despedida, Recuerdo / Águeda Diago y Consuelo Guaita.


Amor, despedida, recuerdo es el título de nuestro proyecto. Tres imágenes seleccionadas en la vía pública son el germen a partir del cual se va a desarrollar nuestro trabajo.

Realizamos una deriva, recorrido que rutinariamente realiza la vieja línea 5, antiguo trolebús. En esta deriva encontramos tres elementos para después intervenir en ellos. Tapar con film transparente, añadir cruces, transformar el plano convirtiendo una superficie horizontal en vertical, colocar pétalos en las grietas del suelo.

Referencias poéticas del poeta perteneciente a la Generación del 27 Federico García Lorca y del cantautor Antonio Vega nos han servido de referencia para interpretar nuestras intervenciones, hablando del amor vital dentro de un contexto libre de tendencia sexual, ya que alude a relaciones tanto homosexuales como heterosexuales.

Un bolardo cubierto con film transparente evoca el miembro erecto, el amor pleno. Sexo no reproductor, sexo placentero, punto de atención de los hombres como uno de las realidades fundamentales de su existencia.

Trampillas de la antigua compañía VOLTA se convierten en sepulcros de amores encerrados, perdidos en la ciudad. Lugares para el recuerdo de la persona amada.

Grietas en las vías que evocan heridas abiertas. Llagas de amor, de amor cubiertas con apósitos de pétalos de un intenso color rojo de rosas.

De los 6.000.000.000 (seis mil millones) sólo los hombres, las mujeres o los niños pueden tener el VIH, los demás pueden ser amigos tuyos.




¿Follarías Conmigo? / Morgane Conti e Iván Cáceres.

En la primera circular de Valencia, lo más destacable que vemos es lo transitado que es ese recorrido, por lo que la “gente” en sí misma parece el elemento más interesante para intervenir, confrontándolos ante lo que queremos significarles. La intención del proyecto era la de conmocionar a las personas jugando con sus sentimientos primarios. Sobre dos camisetas neutras colocamos estratégicamente, en las partes de la anatomía más llamativas desde el exterior, el pecho, el eslogan: ¿Follarías conmigo, para continuar más abajo y en pequeñito, diciendo: si supieras que tengo SIDA? Así la primera parte conduce a pensamientos de carácter sexual de manera muy cruda, que inmediatamente son “neutralizados” al percibir una realidad más difícil. De esta manera, llamamos a las pulsiones para después de forma muy brusca marcar donde está la diferencia, en uno mismo, en nosotros que tomamos la decisión, el sí, el no, el porqué… Con las camisetas puestas y de la manera más insinuante posible, paseamos, yendo desde Plaza de Tetuán hasta la estación del Norte. Comenzamos sobre las 10:00 a.m., cuando realmente empieza a haber gente en la calle y acabamos unas dos horas después.

Queríamos ver en el rostro de las personas el abanico de sensaciones que una información así puede producir. Lo cierto es que fue difícil de soportar porque aunque parecía que mucha gente se cuestionaba qué es lo que queríamos, hay otro tanto que te juzga, y se puede ver en ellos que se creen lo que pone y te menosprecian, taladrándote con una mirada despectiva. Otros incluso tras una ojeada rápida lo ignoran de forma deliberada como si no fuera con ellos. Así como la actitud era bastante más severa cuando era una mujer la que llevaba esa camiseta que cuando era un hombre.

Una intervención de persona a persona. La ideología estigmatizada frente al reclamo más natural.




No es solo un lazo / Antonio Lorente, María Espinosa y Josué Bernabé.

La intervención consiste en despertar el interés del público sobre el VIH, y asociar un símbolo mundialmente conocido (el lazo rojo) con la vía de comunicación mas rápida y popular (Internet). Para llamar la atención de los viandantes, especialmente de los mas jóvenes, pegamos un gran lazo rojo acompañado de un cartel del mismo color, con un escueto pero eficaz mensaje como reclamo. Nuestra idea tenía como finalidad dar la información necesaria acerca del VIH, para que no se produjeran situaciones de discriminación y violencia sobre los afectados. Ya que aún siguen existiendo lagunas con respecto a cómo se transmite la enfermedad, y siguen dándose casos de discriminación en ciertos ámbitos sociales.

El motivo de utilizar el lazo, era cuestionar la falsa tolerancia que existe en la sociedad con respecto al VIH, y reivindicar que no es sólo un lazo, sino que deberíamos concienciarnos y no discriminar en ningún sentido. Pensamos que la mejor manera de realizarlo era activar la conducta de la gente, provocando una motivación para conseguir una reacción.

Decidimos que la propuesta constase de dos partes. En la primera simplemente buscaríamos el estimulo visual: un lazo rojo que llamase la atención de la gente que pasara y un mensaje en uno de los extremos del lazo.

En ese mensaje encontramos la dirección de un fotolog (www.fotolog.com/noessolounlazo) esa página contiene un enlace que nos lleva a otra (http://www.ctv.es/USERS/fpardo/home.html) donde podemos encontrar toda la información necesaria acerca de la enfermedad. El motivo de esta doble propuesta era que la gente se involucrase y buscara por sí misma más información, ya que pensamos que sería una solución más efectiva el que la gente investigara y no se quedase en un mensaje superficial.




¿Sabrías quién de nosotros tiene el VIH? ¿Y el condón...? / Tamara Rama.

Mi propuesta de intervención en el espacio público en la ciudad de Valencia se sitúa en la plaza de los Pinazos, junto a la Calle Colón. Es un espacio público dónde aún la gente lo utiliza como centro de encuentro, sobretodo los fines de semana. Es un rincón curioso y me ha parecido atractivo por su desnudez ante los grandes almacenes y la multitud de tiendas. Además de ser un lugar de recepción al incluir en ella una de las estaciones de metro más conocidas y utilizadas de la ciudad.

La idea va dirigida a todo el mundo que pasa o se encuentra en la plaza, y son todos los miembros participantes y creadores de la obra.La pieza cobra sentido absoluto cuantos más individuos sean los integrantes del grupo masificado dentro de esa especie de ínsula demarcada por una barrera metálica dónde la gente se apoya y de detiene.

Concretamente sobre esta barrera, que abraza la plaza, repleta de firmas y de huellas, he superpuesto varios interrogantes, a modo de correo como asuntos pendientes.

¿SABRÍAS QUIEN DE NOSOTROS TIENE EL VIH?
¿Y EL CONDÓN…?

El hecho de formular preguntas concretas y cerradas entre esa multitud (recortada por el cinturón de la barrera que rodea la plaza), hace que englobe a todo el mundo sin distinciones
de ningún tipo, ya que es una falacia, una convención cultural asociar el VIH a perfiles de personas muy definidos.

Además he querido hacer hincapié en la función iconográfica de una ubicación donde la gente se confunda, se entremezcle, que sea difícil reconocer, estén integrados en masa tal y como deberían encontrarse los afectados por el VIH. Son personas como tú y como yo, que no tienen la necesidad de identificarse como portadores del VIH y con las mismas necesidades, por tanto es imprescindible la utilización del preservativo para las relaciones sexuales.




Un pequeño lugar de atención /
Abel Zaragoza San Cayetano.

Me dirigí al lugar de actuación (la línea 5 de autobús) para observar el espacio y pensar alguna intervención. Descubrí que mis compañeros tenían razón, la calle es un lugar de paso, donde la gente circula con una dirección sin detenerse en los posibles anuncios o detalles que nos podemos encontrar en las paredes, suelo, farolas, etc. Por esta causa decidí buscar un lugar donde la gente se detuviera para observar. Los escaparates era un lugar de esos, pero ¿cómo actuar en ellos? ¿Y por que no dentro de una tienda? Lo vi claro, en el FNAC, un lugar grande muy transitado donde la gente mira los artículos con libertad de cogerlos y soltarlos a su antojo. Decidí introducir entre el mercado de los compactos de música una información con el mismo formato. La gente que coja el CD esperará ver la portada de un disco pero en su defecto observará algo extraño, y para buscar más información dará la vuelta al CD, como hacemos todos, y obtendrá la información de por qué está ese artículo en ese lugar y para qué, esperando una respuesta positiva y la colaboración de la persona que lo encuentre, dejándolo en su lugar para así encontrarse con otra persona a la que poder ofrecerle un minuto de reflexión.

La idea de esta actuación no es darle una charla al espectador, ni información sobre un tema, simplemente es ofrecerle un consejo (usar el preservativo para el sexo seguro) algo que la mayoría hemos pensado, pero no nos ponemos a nosotros como primera persona, pensamos que es algo que sucede a los demás e incluso nos puede parecer sorprendente cómo se transmite por el sexo algo "tan terrible", y sin quererlo lo transformamos en algo muy improbable que suceda, olvidando que el riesgo no es tan bajo y las consecuencias muy altas.




LLévalo contigo /
Antonio Morales Prats.

La propuesta llevada a cabo tiene como tema la prevención del VIH/SIDA. El lugar en el que se decidió intervenir fue en la Estación del Norte de Valencia, concretamente en los servicios, andando sobre esa línea entre lo público y lo privado, teniendo en cuenta el espacio libre de imágenes e información donde la propuesta puede tener más fuerza.

La obra consistió en diseñar, a modo de anuncio de habitaciones de estudiantes, un cartel donde se recordara a las personas llevar siempre consigo la protección de un preservativo para su utilización. El modo en el que la obra se comunica con el espectador es que este pueda coger parte de ella tal y como un estudiante coge el teléfono de un piso, en este caso cogería la imagen de un preservativo a modo de recordatorio.




¿Y tú que?, Estas seguro que VIH... Y tú qué...VIH / Chelo Soler e Isabel Chiner.

Hemos realizado una pequeña intervención, en la ruta sugerida al efecto, para llamar la atención sobre un tema: el VIH.

Hemos colocado en una esquina de la Calle Guillem de Castro, a la altura de la plaza de Na Jordana, en las vallas metálicas de unas obras, unas pancartas realizadas con papel con letras pintadas en negro y otras hechas en una imprenta con tinta roja y negra, con las frases “Y tú qué?”, “Estás seguro que VIH...” y “Y tú qué... VIH”.

Las frases escritas con pintura están adheridas a unos paneles de papel cartón, y las frases de imprenta están hechas en papel rollo, en letras de tamaño folio. Se han extendido estas últimas por el suelo junto con el papelote que sale de una caja.

Nuestra intención era llamar la atención de los transeúntes que pasaban por dicha esquina con el objetivo de que leyeran lo que estaba escrito. En algunos casos la gente se detuvo a mirar lo que hacíamos e incluso fuimos preguntadas sobre dicha intervención en la calle, pero se nos dejó trabajar con normalidad.

Después de realizar el montaje estuvimos por la zona, esperando una respuesta de la gente que miraba. Las únicas preguntas que se nos hicieron fueron con respecto al trabajo, no con respecto al sentido del mismo. Cada vez que éramos cuestionadas sobre la acción que estábamos realizando intentábamos incidir sobre el hecho de que la gente no parece darse cuenta de la importancia que supone una enfermedad tan real, tan actual e impactante como la que hacíamos referencia.




Chico busca chica. / Isabel Campillo Ruiz, Visctor Cebellán Castillo, Diana Lozano Gómez, Alvaro Jaén López, Patricia Alcantarilla Carpio, A.M. Landa López, Alba Doldán Timor, Irene Martínez Rus, Francisco José Domingo Oller, Pauline Courtial y Teresa Alemany Such.

Para este proyecto partimos de la pregunta, ¿Te acostarías con una persona con VIH?, esperando una respuesta casi siempre negativa debido a los prejuicios existentes en la sociedad, y en nosotros mismos. El formato elegido para realizar dicho cuestionamiento es el de un mensaje de contactos como el que se puede encontrar en cualquier periódico, pero con el añadido de que la persona tiene el VIH. Para poder realizar un muestreo comparativo incluiremos mensajes de contactos en diversas plataformas: periódicos, páginas de internet y pegando carteles por un circuito definido. Con las contestaciones que recibamos, emplazaremos a los que estén interesados a participar en las actividades del dia 1 de diciembre. Con ésto queremos evidenciar que los prejuicios no han perdido vigencia, pero queremos evidenciar no poner en evidencia a nadie, puesto que reconocemos que los prejuicios están presentes en todas las esferas de la sociedad, y no sólo en los sectores tradicionalmente reaccionarios. El miedo provocado por el desconocimiento del VIH/SIDA es un tema que se cree superado. En estos momentos, pensamos, la información es la suficiente y está al alcanze de cualquiera, pero a efectos prácticos, seguimos albergando los mismos prejuicios. Por eso no podemos considerar como algo del pasado la necesidad de acabar con dichos prejuicios, pero en primer lugar los nuestros, los que no solemos reconocer o no nos gusta ver.





S/T / Patricia Monerris.

El trabajo ha sido realizado en la calle Xátiva, concretamente en dos ubicaciones, en una de las puertas de Renfe y en una parada de autobús, ya que son dos sitios bastante transitados por todo tipo de personas.

La idea era realizar metafóricamente un muro separando a la sociedad de la personas con VIH/Sida.
Para ello, y en un principio, se puso un film transparente entre la gente que iba llegando y la persona con VIH, la cual llevaría el rostro pintado de blanco con un cartel en el torso donde ponía “VIH,” indicando así la situación de dicha persona.

En la primera ubicación, puerta de la estación de renfe, las reacciones fueron más agresivas, las personas que intentaban pasar por esa puerta se detenían al ver el muro y reculaban hacia la otra puerta, pero casi siempre refunfuñando o con gesto de desprecio hacia la persona que realizaba el papel de afectado por el de VIH. En ningún caso se detuvieron a pensar en esa persona o en lo que sucedía, teniendo un gesto egoísta.

En la siguiente ubicación, la parada de autobús, hubieron reacciones diferentes, la gente miraba pero no se acercaban ni quitaban ese muro para sentarse con la persona enferma, al contrario intentaban no acercarse mucho.

Por último y en el mismo lugar, se realizó otra versión, esta vez sin la colocación del film como muro entre la sociedad y el afectado, que simplemente llevaba el cartel (VIH) y el rostro pintado de blanco.
La colocación de las personas que venían a dicha parada formaban ellas solas el muro, ya que ninguna se llegó a sentar al lado de la persona supuestamente con VIH, demostrando que la sociedad sigue teniendo muchos perjurios morales.

En la realización del trabajo me he encontrado con muchas anécdotas, pero una de las más interesantes fueron dos personas que no sabían que era VIH. Una de ellas cuando se acercó al banco a preguntar y mi compañera le dijo que tenía el Sida, su reacción fue de lástima hacia ella, pero a su vez no siguió la conversación simplemente giró la cara y miró hacia otro lado.







Safety Card For Safety People / Rafa Vicent Climent Ferri.

Vivimos en la sociedad de la información, pero esta no es siempre la adecuada o la requerida, incluso muchas veces esta información ni siquiera es real.

Vivimos en la sociedad del bienestar y en España desde el 2003 ha aumentado el porcentaje de pobreza moderada, 9.212.702 de españoles son pobres.

Vivimos en la sociedad de la seguridad, el año pasado 2.741 personas murieron en accidente de tráfico y, entrando ya en lo que nos interesa en este proyecto, según el Plan Nacional sobre el Sida existen entre 120.000 y 150.000 personas con el VIH, de las cuales el 50% de los nuevos enfermos de VIH son heterosexuales, el 30% gays y el 20% drogodependientes (datos del último borrador sobre el Sida del Ministerio de Sanidad).

Vivimos en la sociedad del engaño, nada es lo que parece a simple vista.

¿Cómo hay que manejar esta información?¿Qué podemos hacer al respecto?

¿Cómo tratamos a los enfermos de VIH? ¿Por qué existe la discriminación hacia el portador del VIH?
Sabiendo esto, nuestro proyecto juega con ese continuo flujo de información y con el engaño que nos rodea.

Engañaremos a la gente pero con buena información, intentando transmitirles unos datos y unas pautas para intentar erradicar la discriminación hacia los enfermos de VIH.

Con una marcha simbólica, que dibujará el lazo del SIDA sobre las calles del centro de Valencia, repartiremos “safety cards” buscando la reacción en la gente ante un documento con aspecto oficial y sin ninguna referencia a ninguna organización relacionada con el SIDA u ONG, simplemente les entregaremos las tarjetas y esperaremos a que produzcan algún efecto sin pedir nada en concreto.

Nuestra acción no tiene sentido sin los receptores, por lo que empezamos a repartir las tarjetas y a observar la indiferencia de la gente, gente abrumada continuamente por la publicidad, ya sea frente al televisor o paseando por la calle, pero nosotros sólo intentamos ayudarles, a ellos y a los enfermos de VIH, continuamente discriminados en el ámbito laboral y social.

Entre tanta indiferencia aun se ve algo de interés, gente que pregunta, que intenta averiguar qué es lo que repartimos, qué pedimos o qué buscamos conseguir, y es entonces cuando respondemos que tan sólo nos proponemos informarles, concienciarles y ahí es cuando se les dibuja una media sonrisa en la cara y nos dicen que ellos no discriminan a nadie, aunque eso nunca lo sabremos con seguridad.

Lo que sí que sabemos es que habrá alguien, que después de nuestra acción, vuelva a releer nuestra tarjeta y que descubra que el VIH no se transmite por los besos y los abrazos, o que el VIH no es sólo una cuestión de homosexuales y drogadictos, tal vez piensen en más protecciones, porque habrán averiguado que le puede tocar a cualquiera y sobretodo, esperamos que descubran que la discriminación es un factor importante en la enfermedad del VIH y ahí es donde nuestra acción habrá funcionado.