ESTRECHA LA MANO

David Fernández Sáez


Fotografía sobre cartón pluma

La pieza consiste en una representación fotográfica de una persona anónima que extiende su mano mostrándola en primer plano, a la vez de que la silueta de esta persona se ve proyectada sobre la pared. Esta sombra nos hace saber que no sólo es una mano que se extiende sin más, sino que ésta tiene un peso correspondido a la de una persona física y real. Además en la escena entra en juego una frase que dice “estrecha la mano al…” que se complementa con la palabra VIH+ que lleva escrita esta persona en la palma de su mano. La pieza esta acompañada también de un pequeño texto que intenta hacer aun más fuerte el vínculo entre la imagen y el espectador por medio de una breve reflexión sobre el tema abordado.

La obra se proyecto físicamente sobre un cartón pluma de una medida de 60x86, y el texto de igual modo, sobre cartón pluma en un tamaño A4. Estaba pensado para que en la sala de exposiciones estuviera la imagen y a su lado en el borde derecho a modo de cartela, el texto.

La imagen es una fotografía complementada y retocada para adecuarla correspondientemente a las exigencias del planteamiento con programas especializados para ello.
Para llegar a este final, la idea tuvo que ser desbastada hasta una síntesis ideal, que sin más se ceñía perfectamente a lo que se pretendía representar y hacer ver al espectador. Fue una evolución favorable en la proyección del resultado, donde se pudo encontrar varios peldaños y varias posibilidades de técnicas y materializaciones, pero esto hizo que la idea no se conformara y siguiera subiendo sin estancarse hasta llegar a dicha meta.

La idea de alguien que saluda, alguien que te tiende la mano resulta atrayente para el motivo del trabajo. Esa apropiación de un gesto habitual y cotidiano, llevado a otro contexto que es el estrechar la mano, algo abstracto como es el conocimiento o cómo es alguien sin rostro que representa a una masa anónima.
En el proceso de síntesis de unas imágenes que al principio eran tan literales que actuaban en algún momento del modo contrario, hasta llegar a conseguir una limpieza visual que no interrumpe la imaginación y entendimiento del espectador. Usando un concepto retórico como es la sinécdoque, tomando una parte por el todo, se ha intentado hacer ver que esa mano de una persona, representa una masa social sin rostro, esa mano vale por todos ellos, esa mano es la aceptación, con todo lo que esta palabra significa.

Y por ultimo, con referencias a lo que yo he denominado el nexo entre la obra y el espectador, es un texto que para nada pretende ser estrictamente explicativo, aspira a crear un pequeño inciso en la observación pasiva que puede tener el espectador sobre una obra así y de este modo no sólo estreche la mano con una imagen bidimensional, sino para que lo haga con un sentido firme hacia cualquier persona infectada o afectada por otros múltiples estigmas sociales y que también en aspecto de acercamiento al conocimiento del virus y el papel que se le ha asignado, por desgracia, en nuestra sociedad.
Texto:
Le estrechamos la mano a alguien a modo de saludo o despedida, también lo hacemos de forma cotidiana cuando conocemos a alguien. Nuestras costumbres culturales han naturalizado este gesto en numerosos actos sociales más.

Le estrechamos la mano a la concienciación y aceptación general de un virus que todo aquel portador, probablemente en algún momento de su vida, ha arrastrado un lastre de discriminación y estigma impuesto por el desconocimiento general.

Le estrechamos la mano al VIH/SIDA y a la persona infectada, para aprender que una persona seropositiva tiene una esperanza de vida como la tuya o la mía. Que disfrutan de un día a día como cualquiera, y que no somos nadie para tachar o discriminar por algo de lo que nadie esta exento de poder padecer.

Le estrechamos la mano apretando el lazo de vinculación social y conociendo… porque sin criterio, sin saber de qué hablamos, no podremos juzgar los efectos del VIH/SIDA, y porque tampoco podremos tener ningún juicio a priori de ninguna persona que camina por el mundo.

Hazlo, porque si a ti, que eres una persona anónima, te sucediera, querrías que alguien estuviera allí para estrecharte la mano que aquí te tiendo.